SEDACIÓN CONSCIENTE

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SEDACIÓN CONSCIENTE

Es una técnica anestésica en la que se administra a los pacientes que lo precisen la combinación de uno o varios medicamentos que provocan una leve depresión del sistema nervioso central.

El paciente no pierde del todo la conciencia y mantiene el contacto verbal con el odontólogo, ya que se necesita de su colaboración durante la realización de los tratamientos (abrir la boca, morder, tragar saliva y poder toser para evitar posibles obstrucciones de la vía aérea superior).

El paciente entra en un estado de relajación, bienestar y ligera somnolencia que le permite tolerar el tratamiento dental al cual se somete. La sedación consciente refuerza el control analgésico que el odontólogo realiza con la infiltración de anestésicos locales en la cavidad oral.


Ventajas

  • Disminuye o elimina los recuerdos negativos y estresantes del paciente, aportando mayor confort a los tratamientos.
  • Ayuda a conseguir un mejor ambiente de trabajo en la clínica.
  • Agrupar varios tratamientos en una misma sesión de trabajo.
  • Disminuye el número de visitas que el paciente realiza a la clínica.
  • Aumenta la seguridad del paciente durante el tratamiento gracias a la monitorización practicada y a la presencia del anestesiólogo.
  • Actúa como coadyuvante consiguiendo un mejor control del dolor postoperatorio.

Tipos de sedación

  • Sedación oral: La medicación oral administrada (benzodiacepinas) se puede administrar la noche anterior al tratamiento y 1 hora antes del mismo. La sedación obtenida con este método es menor.

  • Sedación inhalatoria: Se administra un gas anestésico denominado óxido nitroso (N2O) comúnmente conocido como el “gas de la risa” mezclado con oxígeno. Se precisa de una máscara nasal, de un circuito de tubuladuras para su administración y de una máquina que realice la mezcla de N2O y oxígeno. Tiene efectos narcóticos y analgésicos pero no consigue alcanzar un grado de confort tan importante como la sedación endovenosa. Además la dosis administrada al paciente puede ser bastante errática y sus efectos adversos en caso de intoxicación (mezcla superior al 40% de NO2) pueden ser graves. Es un gas en desuso desde hace bastantes años en los quirófanos por estos motivos. No es utilizado en nuestra clínica.

  • Sedación endovenosa: Es la que realizamos los anestesiólogos, siendo el “Gold Standard” de la sedación. Administramos bajo monitorización cardiovascular y respiratoria, fármacos ansiolíticos e hipnóticos que proporcionan una sedación muy confortable y segura. Es una sedación dinámica en la que modulamos el grado de sedación en función de las necesidades del paciente y del odontólogo. También administramos otros fármacos: antiinflamatorios, corticoides y antibióticos.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Qué es el miedo al dentista?

El miedo es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. Cuando esta respuesta es exagerada debemos hablar de fobia. Fobia es una desviación de la respuesta normal ante el peligro. En este caso, el miedo está dirigido hacia un objeto o situación que no representa un peligro real. A pesar de que quien padece la fobia reconoce que su miedo es irracional, no puede controlar su reacción.

Según una encuesta del servicio de salud pública del Reino Unido, un 36% de las personas tienen un miedo moderado a ir al dentista, y un 12% sufren un miedo extremo (fobia). Es decir, que el miedo al dentista, aunque ha ido disminuyendo mucho en los últimos años, es bastante normal, y desde luego no es algo que deba avergonzar a nadie.

Es por todos sabido que, hoy en día, un tratamiento odontológico no representa ningún serio peligro para la salud. Más bien todo lo contrario, el riesgo se corre cuando no se pone remedio a los problemas que se presentan. Los problemas de la dentadura, como las caries o las encías inflamadas, no se curan solos. Se van agravando con el tiempo, y por lo tanto son mucho más sencillos de solucionar cuando se detectan en estadios iniciales. No nos olvidemos, además, de que una boca sana está directamente relacionada con una buena salud general. Retrasar nuestras visitas de revisión por miedo no hará más que complicar nuestra salud oral.

Las principales causas de el miedo al dentista suelen ser el miedo al dolor, el miedo a que se repita una mala experiencia vivida o influenciada por el entorno, el miedo a lo desconocido y, entre los miedos más comunes que reportan los pacientes destaca la vergüenza que puede producir el acudir al dentista sabiendo que se ha descuidado la salud bucal.

¿Cómo podemos dejar de sentir miedo?

Lo contrario del miedo es la confianza. ¿Que te puede ayudar en este sentido? Principalmente el hecho de sentirte rodeado por personas que te inspiran confianza, te ofrece toda la información que necesites para reducir la incertidumbre y que te traten con respeto, empatía, cuidado y cariño.

Recuerda que los profesionales que te cuidan son tus aliados. Utiliza su ayuda para afrontar y vencer tus miedos, y no te avergüences de comentarlo con ellos. Pregunta cualquier duda que puedas tener.

Somos muy conscientes de la sensación de vulnerabilidad que sienten muchos pacientes, por eso intentamos que su experiencia al tratarse en nuestra clínica sea lo más agradable posible. Por eso, ofrecemos siempre un trato cuidadoso y amable, ambientamos con aromas suaves de naranja y cedro, ofrecemos música ambiental, utilizamos geles de anestesia tópica y tratamientos mínimamente invasivos, como la microabrasión, el láser, o los escáneres intraorales, etc.

Muchas personas van perdiendo el miedo a medida que van acumulando experiencias positivas y van conociendo a las personas que les tratan y como resultado están más dispuestos a mantener una buena salud oral. Sin embargo, para aquellas personas que se ponen muy nerviosos y con ansiedad, disponemos de la alternativa de realizar nuestros tratamientos bajo sedación consciente.

¿Qué es la sedación consciente?

Entendemos por sedación consciente aquel procedimiento anestésico cuyo objetivo es provocar un estado de bienestar y relajación en el paciente. No es una anestesia general. El paciente está consciente en todo momento, pero sin nervios, ni ansiedad, ni náuseas. Para el paciente, el tratamiento parece tener una duración de pocos segundos y siempre le resulta muy confortable.

¿Qué profesional está acreditado para realizar una sedación consciente?

La sedación consciente solo puede ser realizada por un médico especialista en anestesiología y reanimación.

¿En qué casos estaría indicada una sedación consciente?

Una indicación sería aquellos pacientes que sufren de miedo (o terror) a acudir a la consulta dental. En ocasiones, lo que les hace ir al dentista es el dolor provocado precisamente por problemas que aparecen después de largos períodos de tiempo -en ocasiones años- sin acudir a las revisiones periódicas de carácter preventivo.

Otra indicación sería la de aquellos pacientes a los que se les va a realizar una intervención dental compleja (múltiples implantes, rehabilitaciones completas, injertos, cirugías complejas, etc.). En estos casos, incluso en pacientes tranquilos, la duración de los procedimientos puede hacérseles un poco larga y cansada.

Asimismo, pacientes con varios tratamientos relativamente sencillos o convencionales (reconstrucciones de dientes, limpiezas bucales, curetajes, endodoncias, etc.) que requerirían varias visitas a la consulta pueden realizarse en una sola sesión con sedación, con las ventajas en tiempo, desplazamientos y comodidad que ello supone.

¿Cuáles serían los riesgos de una sedación consciente?

Cualquier actividad humana tiene unos riesgos (desde entrar en la ducha o bajar escaleras, por ejemplo). En el caso de la sedación consciente, el paciente está relajado, tranquilo, sin ansiedad. Está monitorizado y vigilado en todo momento por un médico anestesiólogo que no se aparta de su lado.

Aunque no podamos decir que no exista ningún riesgo, sí podemos afirmar que el riesgo sería menor que cuando tomamos algo tan habitual como una pastilla para dormir. Al tomar somníferos, estamos dormidos durante varias horas sin tener a un especialista a nuestro lado monitorizándonos y cuidando de nosotros.

¿Qué precauciones he de tener antes y después de una sedación consciente?

Las normas a seguir antes de una sedación dental serían las siguientes:

  • No tomar alimentos 4 horas antes
  • No ingerir líquidos 2 horas antes
  • Poner en conocimiento del equipo médico todas aquellas circunstancias personales (fármacos que se estén tomando, enfermedades, alergias, drogadicciones o hábitos tóxicos, etc.) que puedan influir en el tratamiento médico
  • En caso de estar tomando alguna medicación, la norma será seguir tomándolo, a no ser que se le indique lo contrario
  • En el momento del ingreso en la clínica, el paciente debe notificar cualquier anomalía o problema que haya podido aparecer desde la última visita

Las normas a seguir después de una sedación serán las siguientes:

  • Abandonar el centro dental acompañado por un familiar o amigo
  • No conducir vehículos de ningún tipo durante las doce (12) horas posteriores al tratamiento
  • No realizar actividades potencialmente peligrosas ni manejar maquinaria pesada durante las doce (12) horas posteriores al tratamiento
  • No ingerir alcohol ni ninguna sustancia tóxica durante las doce (12) horas posteriores al tratamiento